Ortigas en tu nombre - Egon Soda

Hay canciones que desde la primera escucha, te atraviesan. Ya en la segunda, quizás más centrado y atento, piensas... joder, vaya barbaridad de canción. Analizas entonces con tranquilidad su letra y percibes la carga emocional que tiene Ortigas en tu nombre. El cariño, el mimo y la verdad del tema, se escapan de la partitura y es entonces cuando definitivamente entiendes esa primera sensación. Dicen los chicos de Egon Soda, que mi canción de hoy, es un homenaje a todos los que cargan con el peso de la vida. Aunque en origen sea una carta de reconocimiento a la madre de Ferran, quiere ser también una caricia, una disculpa y una medalla a todas las personas que nunca dejan de estar ahí para recogernos al caer, para coser corazones deshilachados. Y continúan diciendo... Cerrad los ojos y pensad en quién la merece, sintámonos afortunados porque hayan estado ahí.. Y eso es justo lo que voy a hacer, cerrar los ojos y disfrutar de esta maravilla de canción una vez más. Agur ;)

Egon Soda, es una banda de rock independiente, que facturan un pop-rock con influencias del folk americano. En 2008 editaron su álbum debut, Egonsoda. Tras un importante parón, por el buen hacer de sus integrantes como productores o miembros de varios de los grupos más importantes del panorama nacional, en 2013 reanudaron su actividad y publicaron El hambre, el enfado y la respuesta. Dos años después, en Octubre de 2015, publicaban su tercer álbum de estudio, Dadnos precipicios, incrementándose la formación de cuatro a seis componentes, con la inclusión definitiva de Charlie Bautista (teclados) y Ricky Lavado, (percusión), acompañando a los habituales  Ricky Falkner (voz, bajo y producción ), Pablo Garrido (guitarra), Xavi Molero (batería) y Ferrán Pontón (guitarra y letras). En 2018 lanzaron su cuarto trabajo al mercado, El rojo y el negro. En la actualidad están lanzando los primeros singles del que será su quinto long play.

Ortigas en tu nombre - Egon Soda

Pintando el mundo a los demás, llevas la vida enferma. Mordiendo los tobillos a la necesidad y eres siempre frágil, Pilar, sobre el que hago mis piruetas, en las ortigas de tu nombre, en la soledad pasea. Y si el cristal refleja cada pequeño malestar cuando me vengas a buscar. Habrá solo otro hombre que te deberá la vida entera. Cualquier imbécil barbudo querría tener tu umbral de dolor, de dolor y pеna. Entrevenado el nеrvio y el candor, modelo e inspiración de aquel que pintó a la mujer morena. Y si el ábaco contara cada milagro, cuando me vengas a buscar, habrá solo otro hombre que te deberá la vida entera. Sabes que somos la mitad que acarrea los que sueñan con el peso y el perdón. Te enhebraré otro alfiler que coserá los hilos rotos de mi corazón. Y si el ábaco contara cada milagro cuando me vengas a buscar, habrá solo otro hombre. Cuando me vengas a buscar, habrá solo otro hombre. Cuando me vengas a buscar, habrá solo otro hombre que te deberá la vida entera.

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